Empezaré explicando qué son las macrotendencias. Son influencias colectivas, casi a nivel mundial. Que pueden abarcar tanto moda para el hogar como para prendas de ropa, diseño de tecnología, accesorios, joyería, etc.
Su duración suele ser de unos pocos años. Aunque se dan casos en los que pueden durar mucho más (incluso convertirse en cíclicas, como el estilo militar).
La macrotendencia que se expone en este artículo es para este otoño invierno. Su nombre es Design Matters y es una tendencia que se basa en el estudio de los nuevos consumidores. Estos últimos son un sector de la población, cada vez mayor, que se preocupa por el mundo en el que vive.
Los nuevos consumidores desechan el modelo de la producción en masa, ya que, como ya sabemos, genera una gran cantidad de basura nociva para el planeta. La sostenibilidad es la abanderada de esta tendencia. Los diseñadores se han adaptado a esta nueva realidad con Design Matters, una respuesta que no deja de lado la estética y que es más responsable con el medio ambiente, pues usa materiales naturales y reciclados, pero dándoles un acabado innovador y tecnológico.
CLAVES DE ESTA MACROTENDENCIA
Con el tiempo la ropa va perdiendo su color, se desgasta e incluso vamos poniendo parches en los rotos. Pues bien, esta es una clave en el diseño de materias de esta tendencia. Los textiles tendrán un aspecto desgastado, usando los colores pasteles descoloridos. Los estampados de las telas no coincidirán, dando un efecto de reparación decorativa tipo patchwork y creando, a su vez, un mix al azar.
Las retro influencias serán minimal. ¿Qué quiere decir esto? Que los diseñadores se inspiran en modas pasadas y escogen prendas creando un look básico y perdurable en el tiempo. En contraposición así a la moda de usar y tirar. Para ello, utilizarán prendas de la estética mod (movimiento cultural juvenil que tuvo su comienzo a finales de la década de 1950 en Inglaterra).
Piezas clave de esta temporada otoño invierno 2017-2018 son los trajes sastre, de proporciones y volúmenes oversize. Y los pantalones anchos y chaquetas largas con doble abotonadura, con hombros marcados con grandes hombreras, y mangas anchas. Este look nos recuerda a los años 90, con tejidos de espiga como el tweed o príncipe de Gales.
El confort será clave en esta tendencia y vendrá marcado con prendas de ante, piel y sobre todo lana, productos de fibras naturales, con motivos geométricos y estampados animales.
Vuelven los volantes como la temporada pasada, pero esta vez con bordes inacabados. Dando una apariencia desalineada y no tan bonita como en primavera. En esta apariencia podemos destacar los bajos deshilachados.
DESIGN MATTERS: GAMA DE COLORES
La paleta en general tiene una sensación desgastada, manchada, envejecida por el paso del tiempo o tras pasar por un proceso de reciclaje. Las degradaciones del color son suaves.
La paleta básica está compuesta por el color celadón oscuro, el gris plomo, el azul de uniforme, el azul turquesa, el azul petróleo y el gris acero.
Como vemos, el azul será el ancla y el alma de las composiciones de color y los grises serán la base que proporciona el equilibrio. Sin embargo, los grises eliminarán el punto edulcorado de los colores pasteles como el rosa. Dando al look con un matiz más frío y calcáreo, como manchado de tiza.
Los colores brillantes como el plata se utilizarán para ropa de sport, como plumas y anoraks, bordeando la prenda. Por ejemplo, plumas azul uniforme con los bordes plateados.